¿Quién se anima, realmente, a decir todo, absolutamente todo lo que piensa? ¿Cuántas veces nos callamos para no generar peleas o discusiones? ¿Cuántas veces nos quedamos con ganas de decir algo? ¿Por qué nos amoldamos a los demás? ¿Por qué los demás no se amoldan a nosotros? ¿Por qué?
A veces siento la necesidad de gritar lo que me pasa y (por cuestiones obvias) no puedo. Lo lindo de la escritura es eso: expresar lo que tenés ganas de decir.
Hoy tengo ganas de decir que soy positiva, fuerte y si querés pisarme quizás lo logres, pero no te lo voy a dejar fácil.
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