lunes, 16 de enero de 2012

Razón vs. corazón.

No importa cómo fue que llegamos a esto, porque la verdad es que no conozco los motivos concretos.
En este momento siento que estoy como esos nenes que se caen en los pozos, como pasa en las películas, y tengo mil y un intentos de escape, y cuando siento que estoy logrando salir, las piedras de las que me aferro se desprenden de las paredes... y lloro. Lo único que se hacer es llorar.
Todavía tengo esa diminuta llama de esperanza prendida en algún lugar de mi corazón, que dice que todo va a volver a ser como antes, o quizás mejor. ¿Quién sabe lo que puede pasar de acá en mas?
Las emociones y los sentimientos se apoderan de mi cabeza y de mi corazón todo el tiempo. Una te piensa, la otra te siente. El tema es: ¿Cómo les hago entender que ya no estás mas al lado mío? ¿Cómo puedo pretender dejar de pensarte y sentirte si, en realidad, no quiero?
El dolor está presente todo el tiempo, hace veintisiete días. Creo (evidentemente) que el amor que tengo hacia el pesa mas que todo este sufrimiento.
¿Por qué ese sentimiento es tan hermoso y tan masoquista al mismo tiempo? Te quiero, te necesito. Pero, no poder tenerte cerca mío me hace mal, ¿cuál es la parte que no entiendo? ¿Quién tiene que ganar? ¿Razón o corazón? Lo mejor para mi sería darme cuenta de que no sos para mi, o por lo menos no ahora; así que, corazón, te pido que dejes tu amor para otro momento y/u otra persona. Necesito que ambos se unan para salir adelante los tres, que en realidad somos uno.
Se que te voy a seguir queriendo, aunque pasen los días, meses, o quizás los años también. Tal vez te esté esperando cuando decidas volver (si es que alguna vez lo hacés).
Todavía no asumo que te fuiste, pero de eso me voy a tener que encargar yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario