jueves, 11 de agosto de 2011

Entre la espada y la pared, entre el aro y el ataque... Quizás sea una opinión demasiado pronta, seguro me equivoque, aunque existe un cierto porcentaje que indica que... capaz no.
A veces nuestros sentimientos son precoces, y lo que pensamos que es, termina siendo cualquier cosa, menos lo que creíamos. De eso se trata un poco la adolescencia: saber diferenciar las cosas, equivocarse, caer y levantarse. Aprender a valorar a la gente que te rodea, deshacerse de la que te hace mal, poder confiar y saber callar. Y asi... reiteradas veces.
Todos recibimos lo que damos, y damos lo que recibimos.





1 comentario:

  1. Todos recibimos lo que damos, y damos lo que recibimos.

    No lo veo tan así.

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